Los lóbulos rasgados son un problema muy común que afecta de forma habitual a la estética y funcionalidad de las orejas, y a la confianza que estos tienen en sí mismos a la hora de enfrentarse a situaciones cotidianas del día a día. Aunque no tienes de qué preocuparte, ya que existen alternativas para devolver a tu lóbulo su forma original y que permiten el uso de pendientes nuevamente.
En Clínica IMOS queremos que sepas todos los detalles sobre esta cuestión, que tanto preocupa estéticamente a nuestros pacientes seniors. A continuación, te mostramos qué son, qué grados existen y cómo se pueden reparar.
Lóbulos rasgados: ¿qué son?
Los lóbulos rasgados es una condición física en la que dicha área de la oreja se rompe hasta el borde libre, dividiendo el lóbulo auricular en dos partes. Este tipo de lesión puede deberse a diferentes situaciones, y pueden variar su estado, desde pequeñas fisuras hasta roturas más completas. Aunque, mayoritariamente, es una condición estética, además de a la apariencia también puede afectar a la funcionalidad.
Lóbulos rasgados: grados
Como te hemos adelantado en la introducción, este tipo de lesión tiene diferentes grados. En función de esto podemos distinguir entre los siguientes:
- Leve: cuando hablamos de un lóbulo rasgado leve, estamos hablando de un desgarro que supone una fisura parcial del lóbulo, pero que no llega a dividirlo completamente. Estamos ante un rasgado menor y, en algunos de los casos, puede corregirse por sí solo.
- Moderado o grave: en cuanto a los rasgados moderados o graves, es importante precisar que el lóbulo está parcialmente dividido. Habitualmente, en este grado sí se necesita una intervención médica, ya que es muy poco probable que el desgarro del que hablamos se cierre de forma natural.
- Lóbulo bilobulado o bífido: por último, el último grado se llama bífido o bilobulado. Se produce cuando el lóbulo se rasga completamente, y se separa en dos partes. Por lo que el lóbulo bilobulado o bífido es un tipo de desgarro que es irreversible sin una intervención quirúrgica.
Lóbulos rasgados: causas
En nuestra clínica señalamos que las causas de los lóbulos rasgados son diversas, además de numerosas. Por lo que no podemos señalar un hecho que predomine sobre el resto, ya que puede darse en multitud de ocasiones. Algunas de las causas más habituales son el uso de pendientes pesados durante mucho tiempo, traumatismos o tirones. Pero también existen otras causas frecuentes, como el envejecimiento, algún tipo de infección o inflamaciones debido a perforaciones en la zona.
Reconstrucción lóbulo rasgado, ¿es posible?
Antes de seguir ahondando en el tratamiento de esta condición, queremos resolver la principal duda que tienen nuestros pacientes seniors. De forma concisa, es totalmente posible, y existen varias técnicas que pueden restaurar su forma natural y nuestro equipo lo lleva a cabo. Los resultados estéticos son muy adecuados.
¿Cómo reparar el lóbulo de la oreja rasgado?
Para reparar el lóbulo rasgado de la oreja se pueden seguir diferentes técnicas y procedimientos. Como ya sabes, existen alternativas con cirugía o sin cirugía. Sin embargo, a decir verdad, las opción que incluyen una pequeña cirugía tiene unos resultados más satisfactorios, que los que no implican necesariamente una cirugía menor.
Lóbulo rasgado: cirugía
El tratamiento para abordar el lóbulo rasgado con una cirugía se denomina lobuloplastia. Es un procedimiento quirúrgico muy sencillo, que se lleva a cabo para corregir algunas deformidades o alteraciones que puedan presentarse. Esta es una cirugía menor y es una de las intervenciones más efectivas para este asunto.
Lóbulo rasgado: sin cirugía
Por otro lado, existen alternativas sin cirugía, pero sólo están recomendadas para casos muy concretos, y muy leves. Estos tratamientos tienen que ver con el uso de bandas adhesivas y cremas regenerativas. Aunque ninguna de ellas asegura una cicatrización completa. Por lo que no es algo muy extendido entre los profesionales.
¿Cómo cicatriza la reconstrucción del lóbulo rasgado?
Por último, si te preocupa la cicatrización tras la intervención quirúrgica, es importante que sepas que dicha cicatrización es rápida, al menos de forma habitual. Aunque sí para que el tejido se regenere al completo se necesitan unos 3 meses, y la cicatriz final es casi imperceptible a la vista. Sin embargo, para que todo salga según lo previsto, la herida debe estar siempre limpia y seca. No obstante, debes tener en cuenta que cada persona es diferente, por lo que no te preocupes mucho por esto.
En resumen, los lóbulos rasgados aunque mayoritariamente es una condición física, también puede afectar a la funcionalidad de la oreja, y, sobre todo, a tu autoestima. Si este es tu caso, contáctanos. Tiene solución. Nuestro equipo médico te guiará de forma personalizada en todo el proceso. En IMOS, nuestra clínica maxilofacial, dental y estética facial en Sevilla, estamos a tu disposición. ¡Visítanos!